4 de marzo de 2007

DOS EN UNA (Críticas atrasadas 2).

"CASINO ROYALE" (U.K. / USA / Alemania / Rep. Checa 2006). Duración: 144 minutos. Dirección: Martin Campbell. Intérpretes: Daniel Craig (James Bond), Eva Green (Vesper Lynd), Mads Mikkelsen (Le Chiffre), Jeffrey Wright (Felix Leiter), Judi Dench (M), Giancarlo Giannini (Mathis), Caterina Murino (Solange). Guión: Neal Purvis, Robert Wade y Paul Haggis basado en la novela de Ian Fleming. Producción: Michael G. Wilson y Barbara Broccoli. Música: David Arnold.
Calificación: CAR LOST


Grata sorpresa me llevé con esta reinvención de la franquicia del agente 007, combo que incluye a Daniel Craig como el nuevo agente británico sumado a un renovado concepto acerca de su identidad. James Bond ya no es ese frío, distante y aburrido dandy que visita castillos de hielo, anda en BMW invisibles y lucha contra villanos de caricatura. Casino Royale propone un nuevo rumbo en la historia del mítico agente secreto y por ello, tal como sucedió con el Batman de Nolan, los productores decidieron, afortunadamente, comenzar la historia desde cero.
Daniel Craig se pone todo el peso del personaje sobre sus hombros y ofrece el James Bond mas humanizado, quizás acorde al mundo que vivimos hoy en día (lamentamos comunicarle al señor Pierce Brosnan que nadie lo extraña). Impulsivo, inexperto, dubitativo, temperamental y hasta sensible. Así es el Bond de Craig, aunque no por ello traiciona los conceptos básicos del personaje: los autos elegantes, las sexys chicas y los martinis están presentes. ¡Fanáticos a no desesperar! La historia deja a un lado los conflictos anticuados e inverosímiles y pone a Bond frente a una problemática más acorde a lo que en realidad debería ser un agente secreteo del gobierno: política internacional, contrabando de armas, etc. Nada de máquinas construidas por científicos locos para terminar con el mundo.
El filme no da respiro, es pura velocidad, vértigo y ritmo. Las secuencias de acción, lucha y persecución son de lo mejor en años, tanto por su realismo como por el atractivo visual. Sumado a eso, la historia tiene un par de vueltas de tuercas interesantes y se develan un par de secretos acerca de los personajes. Es realmente una sorpresa que Paul Haggis (frecuente colaborador de Clint Eastwood) haya llevado a cabo la adaptación de la novela original. Hizo un buen guión, sin golpes bajos innecesarios o propuestas de conceptos que intentan ser política e intelectualmente correctos a las que nos tiene acostumbrados. Dejó vía libre al puro entretenimiento que un filme de acción y aventuras, como los de James Bond, debe tener.
Casino Royale cumple como génesis del mito y muestra todo el desarrollo que lleva a James Bond a convertirse en aquel que conocemos todos. El filme invita a su continuación. Rogamos que los aciertos interpretativos de Craig se mantengas así como los conceptos bregados desde la realización.

PERLITAS: Allá por mayo cuando vimos el trailer en el cine por primera vez Soneira sentenció: “¡Qué porquería! Otra mas de James…” Acto seguido Daniel Graig hizo su aparición saliendo de las cálidas aguas caribeñas en un diminuto y ajustado traje de baño. El rostro de la chica sufrió una inmediata transformación que llevó a que Juan y quien les escribe temiéramos por un acoso sexual de parte de nuestra querida compañera y amiga.

De regalo la fotito que hizo suspirar a la Ely!


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"BORAT: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan" (EE.UU. 2006). Duración: 84 minutos. Dirección: Larry Charles. Producción: Sacha Baron Cohen, David Puttnam. Guión: Sacha Baron Cohen. Música: Erran Baron Cohen. Intérpretes: Sacha Baron Cohen, Ken Davitian, Luenell, Pamela Anderson.
Calificación: CAR LOST


Borat es esa clase de películas cuyos primeros 5 minutos, concisos y eficaces, son muy buenos y, lamentablemente, lo mejor que tiene; y los 90 restantes son variaciones de lo mismo y, por lo tanto, resultan insoportables.
Estructurada como un falso documental, el filme presenta a un reportero de Kazajstán, Borat (interpretado por Sacha Baron Cohen), que viaja a los EE.UU. con el propósito de realizar un adiestramiento en la cultura de ese país que resulte beneficioso para el suyo (el título del filme, muy original por cierto, resume ese propósito) El conflicto básicamente es el de dicho aprendizaje, y a partir de ello generar una crítica mordaz y graciosa de la cultura del país del norte. El filme podría haber resultado en una interesante propuesta, pero al intentar ser políticamente incorrecto sin darse cuenta cae en todas las obviedades típicas de la meca del cine: chistes contra los judíos, Bush, la clase alta, los homosexuales y las mujeres.
Quizás lo más provechoso del filme son los fragmentos realizados en registro documental. El actor interactúa con la gente en la calle, y esa es quizás la parte mas honesta del filme. Allí se ven las miserias más grandes de los EE.UU. Pero es muy cuestionable la decisión del filme de incluir en su juego a ciertas organizaciones y personalidades de la política, el gobierno, los derechos humanos y demás (cuyas posturas ideológicas pueden ser cuestionables también) que de buena fe se presentaron para algo supuestamente serio. Todo termina resultando de una factura al mejor (o peor) estilo cámara oculta de Marcelo Tinelli. A partir de esto, muchos de los intérpretes involuntarios salieron en contra del filme. Y hay que hacer una diferencia. Toda la gente a la que Borat filma en la calle sabía que estaba siendo filmada y lo que salen haciendo en el filme fue hecho a conciencia, no tienen de que quejarse. Pero ¿que sucede con el país en cuestión, Kazajstán, que existe, es real? ¿Y con la gente de allí? ¿O con las organizaciones antes citadas?
El filme, en su mayor parte, tiene un tono grosero y sumamente repugnante. Todo roza lo escatológico sin razón. Borat termina convirtiéndose en un personaje que le pone los pelos de punta a cualquiera debido a su idiotez y lo estúpido que resulta. El filme apoya toda su fuera en ese personaje y el conflicto resulta sumamente inconsistente y se pierde de vista. Todo se resume a una serie de fragmentos unidos sin ninguna lógica.
Para concluir uno podría preguntarse ¿Qué es lo peor que le puede suceder a un filme que intenta hacer reír? Obviamente que eso no pase. Bueno Borat no hace reír, es un filme aburridísimo y para el olvido.


PERLITAS: Entre las tantas “rarezas” del filme está el enamoramiento de Borat con Pamela Anderson, la ex chica Baywatch. El momento del encuentro entre ambos es de colección (uno de los pocos rescatables) Uno se plantea la duda de si esa es una de las partes documentadas o ficcionadas del filme. De ser la última opción, uno se asombra por la contundencia de la actuación de la guardiana de la bahía. Oscar para Pam!

1 comentario:

Co dijo...

Yo a Borat le doy un Carlos Trioni (seria "suprema con fritas y budin de pan de La Falda"). Son totalmente validas tus argumentaciones igualmente, hay unos cuantos "periodistas" que debieran saber argumentar lo que dicen tan bien como vos! Aguante el Cuarto virtual de Car Lost, que hasta la edicion impresa a $9.90 no paramos!!!!

besos querido!