
Hace unas semanas hacía referencia a lo que denominé oficialismo. Esta constante e intolerable actitud de recompensar al canal transmisor del evento con nominaciones y posteriores premios dijo presente otra vez. Repentinamente América se convirtió en el canal con el mejor cuerpo periodístico de la televisión (APTRA se olvidó de los ganadores de los últimos dos años, incluso a la hora de las nominaciones). Ninguna sorpresa al enterarnos que “América Noticias” y Mónica Gutiérrez se alzaban con sus respectivas estatuillas (ya han sido viejos premiados en transmisiones del premio emitidas por América); pero todo resultó muy obvio y evidente frente al premio a ¡Guillermo Andino! (por sobre la excelente performance de Daniel Malnati en “La Liga” por ejemplo)
Otros galardones marcharon hacia el canal de La Plata: Mariana Fabbiani (a su vez anfitriona de la ceremonia) como Mejor Conductora de televisión (quizás uno de los premios menos cuestionados), “RSM” como Mejor Programa Humorístico y “Tiempo Límite” en la categoría de Entretenimiento (con escándalo de la nueva chica Sofovich - Viviana Canosa- incluido). Y así, de repente, el canal monotemático del país por excelencia se convirtió en una emisora con una grilla de programación bárbara, digna de 6 premios.
Canal 9, rival natural de América, vivió una de las entregas más pobres de su historia próxima. Luego de dos años consecutivos de excelentes cosechas para su área periodística y programación toda (en relación al oficialismo, obviamente), el que fuera canal de Alejandro Romay, Daniel Hahad y, ahora, un enigmático centroamericano, tubo que conformarse solo con una estatuilla para el micro de dibujos animados “Los Peques”. Y paradójicamente el pasado año el canal en cuestión tuvo una de las mejores programaciones de sus últimos tiempos; revalorizada a través de la excelsa telenovela generacional “El Tiempo No Para”. ¿Cuál hubiera sido el destino de este excelente producto, con no menos apreciables actuaciones y destreza narrativa, de no haber actuado el oficialismo de turno?
Conclusión I: si jugás de local un Fierro te llevás ¿Habrá alguna cláusula en el contrato de compra de los derechos de transmisión de la ceremonia en la que se determine la cantidad de estatuillas que vienen con el combo? Un abogado por acá!!!
No menos evidente fue la simpatía hacia el patrón (ya sea formal o informal) de muchos de los miembros de esta dudosa asociación de periodistas de chimentos. Marcelo Tinelli, generador de contenidos para programas y publicaciones afines a su circo mediático y alimentador de las bocas de varios de los votantes, fue recompensado por los favores otorgados al mundo del “espectáculo” todo. Así (ausente y todo) se hizo acreedor de un premio homenaje por los 10 años de su productora, otro para su programa de baile y canto (en una categoría armada a su talla) y, por último, un galardón a su persona al ser considerarlo el Mejor Conductor de la televisión nacional.
Conclusión II: Si tu programa le hace la vida mas fácil a los integrantes de APTRA, o si alguno de ellos trabaja para vos, ya sea como periodista o simplemente como jurado, sos merecedor de un fierraso, perdón un Fierro.
Que el premio Martín Fierro tiene como parámetro de calidad al éxito (tradúzcase rating) no es ninguna novedad. Y que determine como lo mejor a los productos de mayor popularidad es consecuencia de ello. Los miembros de APTRA, cholulos por sobre todas las cosas, jamás permitirían dejar sin su estatuilla a las divas y los divos de la televisión. ¿Cuantas veces hemos visto ganar a Susana Giménez, la estrella más carismática del espectáculo pero la conductora menos interesada en el contenido de su propio programa? Hubiera sido un sacrilegio no premiar a los niños mimados de la ficción nacional (aclamados en el país y el mundo entero), los verdaderos dueños de los éxitos televisivos del 2006. Ya sea por su talento o su gracia, las máximas figuritas de la TV recibieron su premio: Facundo Arana, Natalia Oreiro y Pablo Echarri, algunos con justa razón y otros no tanto, fueron de la partida; pero para APTRA en ningún momento importó realmente si se estaba premiando al mejor, de eso estamos seguros.
Conclusión III: si tenés la fortuna de convertirte en un tele ídolo y sobre tus espaldas recae un éxito nacional e internacional tendrás tu Fierro (sin interesar si una madera balsa tiene mas vida que tu interpretación o si una hoja cuadriculada tiene mas matices) Eso si, tendrás que justificar dicho premio con un agradecimiento eterno hacia la entidad promotora del mismo a través de innumerables notas, primicias y reportajes que le hagan mas fácil el trabajo a quienes te votaron. El Fierro tiene su precio, como todo en esta vida.
Conclusión III: si tenés la fortuna de convertirte en un tele ídolo y sobre tus espaldas recae un éxito nacional e internacional tendrás tu Fierro (sin interesar si una madera balsa tiene mas vida que tu interpretación o si una hoja cuadriculada tiene mas matices) Eso si, tendrás que justificar dicho premio con un agradecimiento eterno hacia la entidad promotora del mismo a través de innumerables notas, primicias y reportajes que le hagan mas fácil el trabajo a quienes te votaron. El Fierro tiene su precio, como todo en esta vida.
“Vientos de Agua” fue uno de los productos televisivos más sobresaliente del año pasado, ya sea desde la dirección, la actuación, la producción y/o la escritura. Maltratado hasta por uno de sus propios productores (y a la vez programador del canal que lo emitía) la miniserie tuvo una extraña mala suerte en la televisión abierta (su emisión por el canal de cable HBO y las ventas del DVD fueron verdaderos sucesos comerciales) Muchos espectadores se sorprendieron al ver la abultada cantidad de nominaciones y posteriores premios obtenidos por el serial de Campanella. Y es más que comprensible dicha incertidumbre pues “Vientos de Agua” fue una ficción de éxito moderado, protagonizada por grandes actores (que no son divos, pero si buenos intérpretes), transmitida por Canal Trece y sus realizadores no tienen nada que ver con cualquiera de los individuos responsables del premio. Nada se condice con los lineamientos del oficialismo pro América, la devolución de favores o la reivindicación del star system. ¿Pero entonces esto significa que esta magnífica superproducción sobre la inmigración no merecía tales distinciones? Claro que si, pero no hay que caer en la inocente creencia de que hubo un destello de luz que iluminó la mente de estos seres casi infradotados. Queridos lectores estamos frente a otro perverso mecanismo de APTRA. Políticamente correcto es el término que sirve para hacer referencia al modo de operar para con “Vientos de Agua”. Los votantes quisieron dejar en claro que son serios, comprometidos con su trabajo, objetivos, artísticos y, por sobre todo, que tienen buen criterio y que su premio distingue la calidad (¿Alguno de los votantes podrá nombrar al menos a uno de los miembros del elenco? Lo dudo)
Toda esta patraña sonó a una ordinaria repartija de premios cuyo único verdadero objetivo fue intentar dejar conformes a la mayor cantidad de personas y de esa forma lavar ciertas viejas culpas. Y en relación a ello está la causa de por que “Montecristo” se llevó el galardón máximo. Si, porque el Oro tiene que ser para un programa popular. Obviamente para que al día siguiente todos estén hablando sobre que buen producto era y que buena la gente de APTRA en reconocerlo. No importaron los excesivos chorros de demagogia que corrieron por la novela; tampoco la irregularidad de su factura (desde un guión tirado de los pelos hasta los insoportables suspiros de Echarri que intentaban acentuar su estado de odio). Porque “Montecristo” revolucionó el género de la telenovela al hablar de temas trascendentes y de contenido social como lo fue el de la última dictadura militar y los desaparecidos. “Montecristo” lo hizo… tal como miles de otras ficciones de la televisión. Claro que sin el apoyo K.
Así transcurrió el producto estrella de Telefé Contenidos; entre actuaciones memorables y otras vergonzosas, con algunos planteamientos dignos y ciertas tramas extremadamente rebuscadas hasta el roce de lo inverosímil, y buenas intenciones entre las que se colaba la intelectualización y la ilusión de superioridad. Todos aspectos que hicieron que “Montecristo” se coronara como el gran vencedor de la noche.
Conclusión IV: Podrás convertirte en el chivo expiatorio de APTRA; ser usado para lavar sus culpas y dejar su imagen un poco mas limpia. Una lástima que la ficción con la mejor dirección, guión, música y producción no pueda acceder al premio máximo.
La medición de rating del evento (algo así como 19 puntos, muy lejos de los gloriosos 30 y pico del año anterior y los 50 y pico de las épocas de gloria) reflejó el desinterés en aumento, la poca credibilidad del premio y la disconformidad del público con lo mecanismos y resultados del mismo. Este año no hablamos de la apatía de gran parte de la farándula enemistada a muerte con el galardón (Mario Pergolini, Adrián Suar, etc.), la cual no asiste a la ceremonia desde hace años, o de lo muchísimos ganadores ausentes (contadas veces vi un ganador de un Oscar ausente) Este año lo llamativo fue el espaldarazo que el público le dio a los Fierros. Y no me refiero a la familia del universo Pol-ka, hoy convertida en la ficción más popular de la televisión. La telecomedia protagonizada por Osvaldo Laport y Mariano Martínez salió al aire como de costumbre y le hizo sombra al evento farandulero (otros eran los años en los cuales los programadores levantaban toda su programación nocturna el día de la ceremonia). “Policías en Acción” y “CQC” también fueron de la partida y con éxito y dignidad se mantuvieron en su promedio de audiencia. “Los números mienten” aseguran América y los miembros de APTRA (y muchos otros también). Pero si creemos en los picos de 50 puntos de la final de Gran Hermano debemos creer en estos guarismos también. Señal de alerta para el Martín Fierro, el negocio corre peligro.
Si hasta el objeto de adoración (injustificada) de esta entrega faltó a la cita. Todos signos de que este es un premio que importa cada vez menos. Y sea por la poca credibilidad, confianza o seriedad que inspiran. O simplemente por lo aburrida que es la ceremonia: extremadamente larga (5 horas de transmisión) y muy alejada del entretenimiento televisivo (un anfitrión con color, agilidad en las premiaciones y algún que otro show en vivo no vendría nada mal) Si la gente homenajeada se va antes de finalizado el evento ¿Por qué el público no ha de poder hacer lo mismo?
Incluso la transmisión nos obliga a escuchar los demagogos discursos de seres como Claudio Villarruel. Es patético ver y oír como este hombre se adjudica todo el esfuerzo, el trabajo y el éxito a si mismo. A esta altura uno se pregunta ¿si tanto le interesan estos premios (cosa demostrada cada vez que subió al escenario) porque no compra de una vez los derechos y pone a su canal al servicio de una transmisión más “popular” tal como lo es su canal?
Patético también tener que escuchar a muchos actores, periodistas y figuras hablar acerca de responsabilidad social, derechos humanos y respeto para, acto seguido, verlos charlar y levantarse de las mesas sin importarles quien esta hablando, se esta premiando o agradeciendo. Obvio que esto es fomentado por los mismo cholulos anfitriones que aprovechan la ocasión para sacarse fotos con los “famosos” y de paso chuparles un poco las medias.
Y por último, lo más perjudicial para la salud de todos es tener que soportar la presencia de ciertos invitados, declarados enemigos acérrimos de APTRA, tales como Jorge Rial. Aquel que alguna vez declaró nunca acceder ir a la ceremonia disfrutó de la cena como si nunca hubiera pasado nada. De esta forma podemos dejar en claro que este año el panqueque de oro es para Jorgito. Se lo tiene merecido. Nuestras felicitaciones, usted ha hecho mérito para ello.
Conclusión V: Definitivamente el premio Martín Fierro es un fiel reflejo de la televisión, el mundo del espectáculo y la sociedad toda. La hipocresía, la frivolidad, la falta de respeto, la ignorancia son algunos de los condimentos de este gran circo al cual siempre acudimos por mas que lo defenestremos y estemos en total desacuerdo con sus justificaciones, sus modos de operar e, incluso, su existencia. Un circo en el que todos por igual hicieron (hicimos) caso omiso a la mínima decencia. En definitiva algo muy triste, patético y poco creíble, como mucha gente de nuestro país.
Toda esta patraña sonó a una ordinaria repartija de premios cuyo único verdadero objetivo fue intentar dejar conformes a la mayor cantidad de personas y de esa forma lavar ciertas viejas culpas. Y en relación a ello está la causa de por que “Montecristo” se llevó el galardón máximo. Si, porque el Oro tiene que ser para un programa popular. Obviamente para que al día siguiente todos estén hablando sobre que buen producto era y que buena la gente de APTRA en reconocerlo. No importaron los excesivos chorros de demagogia que corrieron por la novela; tampoco la irregularidad de su factura (desde un guión tirado de los pelos hasta los insoportables suspiros de Echarri que intentaban acentuar su estado de odio). Porque “Montecristo” revolucionó el género de la telenovela al hablar de temas trascendentes y de contenido social como lo fue el de la última dictadura militar y los desaparecidos. “Montecristo” lo hizo… tal como miles de otras ficciones de la televisión. Claro que sin el apoyo K.
Así transcurrió el producto estrella de Telefé Contenidos; entre actuaciones memorables y otras vergonzosas, con algunos planteamientos dignos y ciertas tramas extremadamente rebuscadas hasta el roce de lo inverosímil, y buenas intenciones entre las que se colaba la intelectualización y la ilusión de superioridad. Todos aspectos que hicieron que “Montecristo” se coronara como el gran vencedor de la noche.
Conclusión IV: Podrás convertirte en el chivo expiatorio de APTRA; ser usado para lavar sus culpas y dejar su imagen un poco mas limpia. Una lástima que la ficción con la mejor dirección, guión, música y producción no pueda acceder al premio máximo.
La medición de rating del evento (algo así como 19 puntos, muy lejos de los gloriosos 30 y pico del año anterior y los 50 y pico de las épocas de gloria) reflejó el desinterés en aumento, la poca credibilidad del premio y la disconformidad del público con lo mecanismos y resultados del mismo. Este año no hablamos de la apatía de gran parte de la farándula enemistada a muerte con el galardón (Mario Pergolini, Adrián Suar, etc.), la cual no asiste a la ceremonia desde hace años, o de lo muchísimos ganadores ausentes (contadas veces vi un ganador de un Oscar ausente) Este año lo llamativo fue el espaldarazo que el público le dio a los Fierros. Y no me refiero a la familia del universo Pol-ka, hoy convertida en la ficción más popular de la televisión. La telecomedia protagonizada por Osvaldo Laport y Mariano Martínez salió al aire como de costumbre y le hizo sombra al evento farandulero (otros eran los años en los cuales los programadores levantaban toda su programación nocturna el día de la ceremonia). “Policías en Acción” y “CQC” también fueron de la partida y con éxito y dignidad se mantuvieron en su promedio de audiencia. “Los números mienten” aseguran América y los miembros de APTRA (y muchos otros también). Pero si creemos en los picos de 50 puntos de la final de Gran Hermano debemos creer en estos guarismos también. Señal de alerta para el Martín Fierro, el negocio corre peligro.
Si hasta el objeto de adoración (injustificada) de esta entrega faltó a la cita. Todos signos de que este es un premio que importa cada vez menos. Y sea por la poca credibilidad, confianza o seriedad que inspiran. O simplemente por lo aburrida que es la ceremonia: extremadamente larga (5 horas de transmisión) y muy alejada del entretenimiento televisivo (un anfitrión con color, agilidad en las premiaciones y algún que otro show en vivo no vendría nada mal) Si la gente homenajeada se va antes de finalizado el evento ¿Por qué el público no ha de poder hacer lo mismo?
Incluso la transmisión nos obliga a escuchar los demagogos discursos de seres como Claudio Villarruel. Es patético ver y oír como este hombre se adjudica todo el esfuerzo, el trabajo y el éxito a si mismo. A esta altura uno se pregunta ¿si tanto le interesan estos premios (cosa demostrada cada vez que subió al escenario) porque no compra de una vez los derechos y pone a su canal al servicio de una transmisión más “popular” tal como lo es su canal?
Patético también tener que escuchar a muchos actores, periodistas y figuras hablar acerca de responsabilidad social, derechos humanos y respeto para, acto seguido, verlos charlar y levantarse de las mesas sin importarles quien esta hablando, se esta premiando o agradeciendo. Obvio que esto es fomentado por los mismo cholulos anfitriones que aprovechan la ocasión para sacarse fotos con los “famosos” y de paso chuparles un poco las medias.
Y por último, lo más perjudicial para la salud de todos es tener que soportar la presencia de ciertos invitados, declarados enemigos acérrimos de APTRA, tales como Jorge Rial. Aquel que alguna vez declaró nunca acceder ir a la ceremonia disfrutó de la cena como si nunca hubiera pasado nada. De esta forma podemos dejar en claro que este año el panqueque de oro es para Jorgito. Se lo tiene merecido. Nuestras felicitaciones, usted ha hecho mérito para ello.
Conclusión V: Definitivamente el premio Martín Fierro es un fiel reflejo de la televisión, el mundo del espectáculo y la sociedad toda. La hipocresía, la frivolidad, la falta de respeto, la ignorancia son algunos de los condimentos de este gran circo al cual siempre acudimos por mas que lo defenestremos y estemos en total desacuerdo con sus justificaciones, sus modos de operar e, incluso, su existencia. Un circo en el que todos por igual hicieron (hicimos) caso omiso a la mínima decencia. En definitiva algo muy triste, patético y poco creíble, como mucha gente de nuestro país.

3 comentarios:
Los Martin Fierro no pueden ser merecedores del premio SUPREMA CAGADA? Digo, asi no esperamos tanto....
Y maldita sea que no se pueden dejar comentarios en mi blog buaaaaaaaaaaaa
Si alguien conoce el antidoto que me lo pase!
(¿El antídoto? ha... No, ese no lo conozco Coti ...
¡Gracias Carlos! El humor ácido me divierte!! me hiciste reir mucho!! Muy bueno, muy bueno!
De nada Tochi... Me alegra mucho que le haya gustado mi artículo y que se haya divertido...
Publicar un comentario