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Calificación: CAR LOST
En el año 2003 la compañía Disney, en su afán de promocionar las atracciones de sus parques temáticos, lanzó el filme “Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra”. La citada película causó gran revuelo sorprendiendo al estudio, por las abultadas cantidades de dinero en concepto de taquilla y merchandising, y al público, por su frescura y reminiscencia a cierto tipo de filmes de aventuras perdidos en el tiempo. Sin dejar de ser un producto cien por ciento Jerry Bruckheimer (bajo el ala de Walt Disney Company) “Piratas del Caribe” rescataba la esencia del cine de corsarios, bucaneros y aventureros (con ciertas dosis de cine fantástico) sin complejos; y esa era su mayor virtud, la cual le permitía lograr una soltura narrativa sin prejuicios, plantear novedades respecto a la creación de personajes (ambiguos todos ellos), desarrollar un humor delirante (de la mano de ese monstruo que creó Johnny Depp) y, por sobre todo, evocar al espíritu Disney.
Todo éxito económico obliga a segundas partes y, en este caso, terceras (mas si hablamos de un productor como Bruckheimer conocedor y creador de los mas grandes blockbuster de los últimos tiempos). El público demandó aquello que era casi imposible: que las secuelas igualaran o, incluso, superaran a la primera entrega. “El Cofre de la Muerte” (2006) fue un digno capítulo que, si bien no aportó ninguna novedad, dosificó correctamente todos los ingredientes que funcionaban en la primera parte e hicieron de ella un producto delicioso y merecedor del título de clásico contemporáneo.
Y en el 2007 llega el turno de la tercera y ¿última? entrega sobre los piratas del universo Disney. En términos generales podríamos sentenciar que “El fin del Mundo” no defrauda desde su individualidad, pero si desde el conjunto de la saga. Es mas, se nota una divergencia abismal entre la reciente entrega y sus predecesoras, diferencia que por momentos nos hace preguntar si realmente estamos frente a una verdadera trilogía (y el fantasma “Matrix” se hace presente, pero lo hacemos desaparecer rápidamente debido al cariño que le tenemos a Jack Sparrow). Y dicha incompatibilidad no está en relación al aspecto argumental, sino a la esencia misma del filme: aquel equilibrio entre pretensiones comerciales y aspiraciones artísticas, presente en la primera entrega, se quebró y la balanza, lamentablemente, se inclinó por el menos simpático de los platillos.
El problema de “Piratas del Caribe: El fin del Mundo” está, lisa y llanamente, en su guión. La estructura narrativa es forzosamente compleja y, en consecuencia, termina por volverse insulsa. Los guionistas Ted Elliot y Terry
Rossio deben haber terminado exhaustos al intentar entrelazar coherentemente, en este capítulo final, todos los elementos de dicho universo. Aunque no pueden darse por satisfechos pues todos los sucesos acaban enlazados pero de la manera menos grata.
El filme acarrea sobre sus espaldas un bagaje de de tramas y sub tramas no resueltas que se acumulan a las nacidas en el nuevo título. Los conflictos se han vuelto tan desmesurados, rebuscados y enroscados (y en algunos casos extremadamente ridículos) que el filme solo permite resoluciones por arte de magia.
En definitiva, la excesiva cantidad de misterios no encuentra un medio digno para resolverse pues “El fin del Mundo” se preocupa mucho en abrir nuevas intrigas y posibles futuras tramas y se ocupa poco en culminar y dar un cierre digno a los planteos y personajes que tiene a su guarda. Asistimos a un festín de episodios totalmente desconectados del conflicto central (al cual tardamos demasiado en adentrarnos) y a un repertorio de personajes totalmente prescindibles a los que se les imprime demasiada e innecesaria importancia (tal es la incursión de la criatura a cargo de Chow Yun Fat, que solo se entiende como vehículo de comercialización del filme en tierras orientales). Si hasta la aparición del alma misma de la saga, Jack Sparrow, se ve relegada por estas cuestiones. Luego de excesivos 30 minutos en Singapur se produce un necesario, aunque retrasado, quiebre mediante el rescate al intrépido Capitán en Tierras de David Jones; y de esa manera empiezan a soplar mejores vientos, mas cercanos a los del origen de la franquicia, pero nunca del mismo tenor.
La narración está presa de una adrenalina intensa. Cada escena parece tener la obligación de superar a la anterior en grandilocuencia y ostentación visual (ahí es donde el director Gore Verbinski
se luce haciendo gala de su talento para crear composiciones dinámicas de gran valor plástico). El filme no da tregua y en cierta parte ello ayuda a disimular las incongruencias pues no hay tiempo para el análisis en profundidad. Incluso se llega a exprimir tanto los recursos que rindieron en las entregas anteriores que los mismos terminan por saturarse.
“El fin del Mundo”, cegada en su búsqueda de lo exótico y fastuoso (ya sea desde lo narrativo, conceptual, visual y/o sonoro), se olvida de sus bases. Piratas del Caribe es el nombre de la saga, pero en este filme hay poco de piratas y casi nada de Caribe. Ubicada más ceca del terreno de lo fantástico en el filme hay poca aventura concebida como tal, dándosele demasiada cabida a entuertos mitológicos y esoterismos de alta mar (que en entregas pasadas tenían peso y encanto, pero en esta ocasión se plantean como la solución más fácil para dar cierre a un agónico final)
Y es realmente curioso que los guionistas se hayan esforzado tanto en crear esta desmedida cantidad de conflictos dramáticos, cuando tenían a su alcance un elemento más valioso, eficaz y rentable como lo son los personajes de su propia creación. Esta tercera entrega sale a flote gracias a la galería de deliciosos caracteres con los que cuenta la trilogía. Sobre ellos podría haber descansado tranquilamente todo el filme y evitar así tantas traiciones y retorcidos encuentros y desencuentros que incluso llegan a sorprender debido a la extraña naturaleza de su origen.
En dichos personajes está el valor representativo del filme. Uno ha llegado a encariñarse con ellos, ya sean buenos, no tanto o malos del todo. Pues las ambigüedades en sus personalidades y carácter es lo que los hace únicos, entrañables y por sobre todo recordables en la memoria colectiva. Incluso es acertada la decisión
de darle mas vuelo a Elizabeth Swan (Keira Knightley) y Will Turner (Orlando Bloom). Ambos se desmitifican y demuestran que son dignos de llevar el filme sobre sus hombros (Keira Knightley deja en claro que su personaje tiene poco de chica en apuros y mucho, demasiado, de heroína). Geoffrey Rush, con su Capitán Barbosa, es el malo mas querible; David Jones (Bill Nighy) el villano mas interesante; y así todo el elenco aporta su correspondiente cuota de frescura y originalidad interpretativa (hasta el monito se lleva su merecido reconocimiento). Por último hay que hacer una mención especial para Johnny Depp que, con su Capitán Jack Sparrow, deja en claro por que es el actor más emblemático de su generación; y también para su musa inspiradora, Keith Richard, que su cameo le permite robarse un lugarcito en el corazón de todos los fanáticos y los no tanto.
Si juzgamos al filme realmente como lo que es, un producto made in Jerry Bruckheimer (ya embarcado en su próxima trilogía millonaria: “Prince of Persia”), este consigue lo que pretende: recrear a las masas, llenar salas cinematográficas y dejar la puerta abierta para futuras secuelas o precuelas (en este sentido la saga nunca se traicionó, pues en ningún momento busco mas allá del buen entretenimiento). Fue un gran negocio que no se permitió (vaya por cuantos dólares uno a saber) continuar con su fino equilibrio entre suceso comercial y aspiraciones creativas. Como trilogía “Piratas del Caribe” no se merecía un final así, tan frío y desalmado, improlijo y semivacío; una saga que todos comenzamos disfrutándola y algunos terminamos lamentándonos por lo que podría haber llegado a ser. Pero, como dicen algunos, los buenos momentos perduran mas allá de la memoria y los ofrecidos por “Piratas del Caribe” serán atesorados por siempre, pues valen mas, mucho mas, que sus amargas equivocaciones.
Perlita 1: El tema de la calificación de este filme no es una contradicción, sino un promedio entre los sentimientos hacia la saga y cierta desilusión. Todo muy subjetivo, como siempre!
Perlita 2: Un aspecto para destacar en este filme es la música a cargo del genial Hans Zimmer (mi compositor favorito junto a Danny Elfman) que deja su impronta en cada fotograma, como no podía ser de otra manera.
En el año 2003 la compañía Disney, en su afán de promocionar las atracciones de sus parques temáticos, lanzó el filme “Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra”. La citada película causó gran revuelo sorprendiendo al estudio, por las abultadas cantidades de dinero en concepto de taquilla y merchandising, y al público, por su frescura y reminiscencia a cierto tipo de filmes de aventuras perdidos en el tiempo. Sin dejar de ser un producto cien por ciento Jerry Bruckheimer (bajo el ala de Walt Disney Company) “Piratas del Caribe” rescataba la esencia del cine de corsarios, bucaneros y aventureros (con ciertas dosis de cine fantástico) sin complejos; y esa era su mayor virtud, la cual le permitía lograr una soltura narrativa sin prejuicios, plantear novedades respecto a la creación de personajes (ambiguos todos ellos), desarrollar un humor delirante (de la mano de ese monstruo que creó Johnny Depp) y, por sobre todo, evocar al espíritu Disney.
Todo éxito económico obliga a segundas partes y, en este caso, terceras (mas si hablamos de un productor como Bruckheimer conocedor y creador de los mas grandes blockbuster de los últimos tiempos). El público demandó aquello que era casi imposible: que las secuelas igualaran o, incluso, superaran a la primera entrega. “El Cofre de la Muerte” (2006) fue un digno capítulo que, si bien no aportó ninguna novedad, dosificó correctamente todos los ingredientes que funcionaban en la primera parte e hicieron de ella un producto delicioso y merecedor del título de clásico contemporáneo.
Y en el 2007 llega el turno de la tercera y ¿última? entrega sobre los piratas del universo Disney. En términos generales podríamos sentenciar que “El fin del Mundo” no defrauda desde su individualidad, pero si desde el conjunto de la saga. Es mas, se nota una divergencia abismal entre la reciente entrega y sus predecesoras, diferencia que por momentos nos hace preguntar si realmente estamos frente a una verdadera trilogía (y el fantasma “Matrix” se hace presente, pero lo hacemos desaparecer rápidamente debido al cariño que le tenemos a Jack Sparrow). Y dicha incompatibilidad no está en relación al aspecto argumental, sino a la esencia misma del filme: aquel equilibrio entre pretensiones comerciales y aspiraciones artísticas, presente en la primera entrega, se quebró y la balanza, lamentablemente, se inclinó por el menos simpático de los platillos.
El problema de “Piratas del Caribe: El fin del Mundo” está, lisa y llanamente, en su guión. La estructura narrativa es forzosamente compleja y, en consecuencia, termina por volverse insulsa. Los guionistas Ted Elliot y Terry

El filme acarrea sobre sus espaldas un bagaje de de tramas y sub tramas no resueltas que se acumulan a las nacidas en el nuevo título. Los conflictos se han vuelto tan desmesurados, rebuscados y enroscados (y en algunos casos extremadamente ridículos) que el filme solo permite resoluciones por arte de magia.
En definitiva, la excesiva cantidad de misterios no encuentra un medio digno para resolverse pues “El fin del Mundo” se preocupa mucho en abrir nuevas intrigas y posibles futuras tramas y se ocupa poco en culminar y dar un cierre digno a los planteos y personajes que tiene a su guarda. Asistimos a un festín de episodios totalmente desconectados del conflicto central (al cual tardamos demasiado en adentrarnos) y a un repertorio de personajes totalmente prescindibles a los que se les imprime demasiada e innecesaria importancia (tal es la incursión de la criatura a cargo de Chow Yun Fat, que solo se entiende como vehículo de comercialización del filme en tierras orientales). Si hasta la aparición del alma misma de la saga, Jack Sparrow, se ve relegada por estas cuestiones. Luego de excesivos 30 minutos en Singapur se produce un necesario, aunque retrasado, quiebre mediante el rescate al intrépido Capitán en Tierras de David Jones; y de esa manera empiezan a soplar mejores vientos, mas cercanos a los del origen de la franquicia, pero nunca del mismo tenor.
La narración está presa de una adrenalina intensa. Cada escena parece tener la obligación de superar a la anterior en grandilocuencia y ostentación visual (ahí es donde el director Gore Verbinski

“El fin del Mundo”, cegada en su búsqueda de lo exótico y fastuoso (ya sea desde lo narrativo, conceptual, visual y/o sonoro), se olvida de sus bases. Piratas del Caribe es el nombre de la saga, pero en este filme hay poco de piratas y casi nada de Caribe. Ubicada más ceca del terreno de lo fantástico en el filme hay poca aventura concebida como tal, dándosele demasiada cabida a entuertos mitológicos y esoterismos de alta mar (que en entregas pasadas tenían peso y encanto, pero en esta ocasión se plantean como la solución más fácil para dar cierre a un agónico final)
Y es realmente curioso que los guionistas se hayan esforzado tanto en crear esta desmedida cantidad de conflictos dramáticos, cuando tenían a su alcance un elemento más valioso, eficaz y rentable como lo son los personajes de su propia creación. Esta tercera entrega sale a flote gracias a la galería de deliciosos caracteres con los que cuenta la trilogía. Sobre ellos podría haber descansado tranquilamente todo el filme y evitar así tantas traiciones y retorcidos encuentros y desencuentros que incluso llegan a sorprender debido a la extraña naturaleza de su origen.
En dichos personajes está el valor representativo del filme. Uno ha llegado a encariñarse con ellos, ya sean buenos, no tanto o malos del todo. Pues las ambigüedades en sus personalidades y carácter es lo que los hace únicos, entrañables y por sobre todo recordables en la memoria colectiva. Incluso es acertada la decisión

Si juzgamos al filme realmente como lo que es, un producto made in Jerry Bruckheimer (ya embarcado en su próxima trilogía millonaria: “Prince of Persia”), este consigue lo que pretende: recrear a las masas, llenar salas cinematográficas y dejar la puerta abierta para futuras secuelas o precuelas (en este sentido la saga nunca se traicionó, pues en ningún momento busco mas allá del buen entretenimiento). Fue un gran negocio que no se permitió (vaya por cuantos dólares uno a saber) continuar con su fino equilibrio entre suceso comercial y aspiraciones creativas. Como trilogía “Piratas del Caribe” no se merecía un final así, tan frío y desalmado, improlijo y semivacío; una saga que todos comenzamos disfrutándola y algunos terminamos lamentándonos por lo que podría haber llegado a ser. Pero, como dicen algunos, los buenos momentos perduran mas allá de la memoria y los ofrecidos por “Piratas del Caribe” serán atesorados por siempre, pues valen mas, mucho mas, que sus amargas equivocaciones.
Perlita 1: El tema de la calificación de este filme no es una contradicción, sino un promedio entre los sentimientos hacia la saga y cierta desilusión. Todo muy subjetivo, como siempre!
Perlita 2: Un aspecto para destacar en este filme es la música a cargo del genial Hans Zimmer (mi compositor favorito junto a Danny Elfman) que deja su impronta en cada fotograma, como no podía ser de otra manera.
Perlita 3: Gracias a todos por las mas de 1000 visitas al blog!
3 comentarios:
Heeeellooo!! no vi la peli, asi q no comento sobre la misma.
Pero respondo sobre la trivia CarLost, las pelis ganadoras son o creo q son:
*Lo que sucedio aquella noche o sucedio una noche (1934), dirección Frank Capra, actor Clark Gable, actriz Claudette Colbert, guinista Robert Riskin
*Atrapado sin salida (1975), dirección Milos Forman, actor Jack Nicholson, actriz Louise Fletcher, guinista Bo Goldman y Lawrence Hauben
*El silencio de los inocentes o El silencio de los corderos(1991)(como se la conoce en España), dirección Jonathan Demme, actor Anthony Hopkins, actriz Jodie Foster, guinista Ted Tally
Listo, espero q este bien!! para cuando la entrega de premios!??! jaaa
me confundi de entrada y por lo visto ya contestaron, pero igual lo mando
CONCURSO SOBRE LOS OSCARS:
LAS PELÍCULAS SON:
* SUCEDIÓ UNA NOCHE (AÑO 1934)
-DIRECCIÓN: FRANK CAPRA
-ACTOR: CLARK GABLE
-ACTRIZ: CLAUDETTE COLBERT
-GUION: ROBERT RISKIN
* ALGUIEN VOLO SOBRE EL NIDO DEL CUCO (AÑO 1975)
-DIRECCIÓN: MILOS FORAMAN
-ACTOR:Jack Nicholson
-ACTRIZ:Louise Fletcher
-GUION: BO GOLDMAN Y LAWRANCE HAUBEN
* EL SILENCIO DE LOS CORDEROS / EL SILENCIO DE LOS INOCENTES (AÑO 1991)
-DIRECCIÓN:JONATHAN DEMME
-ACTOR:ANTHONY HOPKINS
-ACTRIZ:JODIE FOSTER
-GUION:TED TALLY
Felicitaciones a todos los usuarios que hicieron la tarea!!!
Igualmente el ganador es JW que lo hizo primero. Felicitaciones otra vez y gracias por participar activamente el blog.
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