
Calificación: CAR LOST
La película de los Simpson no es más que un largo capítulo de la emblemática serie animada que lleva ya 18 temporadas en el aire. Pero, lamentablemente, pertenece al desdichado grupo de capítulos modelo 2000 y no al de los, ya clásicos, emitidos durante la década del 90.
Trasladar una serie de televisión a la pantalla grande es una tarea ardua y difícil; mucho mas si dicha serie se emite al aire actualmente, se ha convertido en objeto de culto de millones de personas y, peor aún, si se encuentra en un proceso de precipitosa decadencia. A la pérdida de su brillo, frescura y, sobre todo, humor particular (irónico, absurdo, ácido e ingenuo a la vez) la franquicia de la FOX se aventura al difícil paso a la pantalla grande. Con la presión de seguir siendo la misma e innovar a la vez, el filme lleva sobre sus espaldas el enorme peso de no defraudar a nadie y sorprender a todos.
El producto está concebido, desarrollado y parido para el deleite del fan más acérrimo que, incluso, es capaz de perdonar la más atroz de las decepciones. Si, porque “Los Simpson: la película” decepciona y mucho pues sufre los mismos síntomas que su versión televisiva: la familia mas famosa de la pantalla chica ya no hace reír (como antes).
El guión, alejado de la estructura dramática de la serie (donde el divagare narrativo era una de sus mayores riquezas) y olvidando su mitología particular, es inconsistente y exageradamente épico (gastadas y poco originales fórmulas de “como convertir un buen guión en un guión excelente” se evidencian a cada paso). El filme encuentra sus momentos mas logrados en la autorreferencia (hacia la propia serie e, incluso, la propia película) pero el acento está puesto, desafortunadamente, en el humor tonto y poco inteligente (apuntando a un amplio público de niños de 0 a 99 años y risa fácil) Todo termina pareciendo un collage de preciosas y graciosas ideas unidas fortuitamente por una pésima costurera.
La versión de celuloide de Los Simpson no solo traiciona la esencia cómica del show televisivo; dicha alevosía llega incluso a los mismos personajes (además vale aclarar que, salvo Homero, ninguno
tiene un papel relevante en la trama). Uno a uno desfila frente a nosotros impostores animados que usurpan, cómodamente y sin ningún remordimiento, el lugar de Bart, Homero, Lisa, Marge y Maggie (y todos los demás habitantes de la ciudad). Cualquier espectador atento puede darse cuenta de que esos no son los personajes que nos hicieron reír durante tanto tiempo. Personalidades totalmente involucionadas se apropian de los cuerpos de cartón de los ciudadanos de Springfield generando un distanciamiento aún mayor. Sumado a ello, el tema de las voces no es menor y esa famosa cruzada en favor del boicot del filme tiene su sensata razón de ser. El nuevo doblaje resulta más insoportable que de costumbre y gran parte de la gracia de los chistes se pierde por culpa de un problema sindical.
Desde el aspecto netamente técnico, el film no presenta novedad alguna respecto al alance de la animación aunque si un nuevo estilo. Los Simpon siempre fueron dibujos feos y en la sencillez de su trazo estaba su encanto. Pero la inclusión de detalles diversos (sombras, texturas, transparencias, movimientos de cámara, etc.) en el filme plantean una fuerte disyuntiva. Uno tiene la sensación que está presenciando una versión refinada y cara de aquello que consumió siempre como popular y barato (incluso gratis, tal como sentencia Homero en la formidable apertura del filme).
Quizás la pretensión con “Los Simpson: La Película” no era demasiada. Pero desafortunadamente la acumulación de buenos momentos (el puerco araña, la presencia de Tom Hanks o la secuencia de Bart al desnudo) no son suficientes para hacer de este un producto satisfactorio al menos. El filme decepciona y se olvida con la misma facilidad con la que se lo mira. Mi recomendación es ahorrarse el dinero de la entrada y esperar a que Telefe comience a pasarla en sesiones maratónicas. Igualmente los fans estarán de parabienes y poco les importará la opinión de este humilde crítico.
Recomendación: A pesar de que todos los medios se han encargado de recomendar ver el filme a sala llena mi opinión es totalmente contraria. Resulta insoportable escuchar las ruidosas risas de la platea en respuesta a cada estupidez (no cómica) realizada por Homero. Es sabido que la gente se transforma ante estímulos incomprensibles. Este filme lo demuestra.
Perlitas: El filme cuenta con la música de Hans Zimmer, genial como de costumbre, rescatando el sonido original compuesto por Danny Elfman para el tema de títulos.
La película de los Simpson no es más que un largo capítulo de la emblemática serie animada que lleva ya 18 temporadas en el aire. Pero, lamentablemente, pertenece al desdichado grupo de capítulos modelo 2000 y no al de los, ya clásicos, emitidos durante la década del 90.
Trasladar una serie de televisión a la pantalla grande es una tarea ardua y difícil; mucho mas si dicha serie se emite al aire actualmente, se ha convertido en objeto de culto de millones de personas y, peor aún, si se encuentra en un proceso de precipitosa decadencia. A la pérdida de su brillo, frescura y, sobre todo, humor particular (irónico, absurdo, ácido e ingenuo a la vez) la franquicia de la FOX se aventura al difícil paso a la pantalla grande. Con la presión de seguir siendo la misma e innovar a la vez, el filme lleva sobre sus espaldas el enorme peso de no defraudar a nadie y sorprender a todos.
El producto está concebido, desarrollado y parido para el deleite del fan más acérrimo que, incluso, es capaz de perdonar la más atroz de las decepciones. Si, porque “Los Simpson: la película” decepciona y mucho pues sufre los mismos síntomas que su versión televisiva: la familia mas famosa de la pantalla chica ya no hace reír (como antes).
El guión, alejado de la estructura dramática de la serie (donde el divagare narrativo era una de sus mayores riquezas) y olvidando su mitología particular, es inconsistente y exageradamente épico (gastadas y poco originales fórmulas de “como convertir un buen guión en un guión excelente” se evidencian a cada paso). El filme encuentra sus momentos mas logrados en la autorreferencia (hacia la propia serie e, incluso, la propia película) pero el acento está puesto, desafortunadamente, en el humor tonto y poco inteligente (apuntando a un amplio público de niños de 0 a 99 años y risa fácil) Todo termina pareciendo un collage de preciosas y graciosas ideas unidas fortuitamente por una pésima costurera.
La versión de celuloide de Los Simpson no solo traiciona la esencia cómica del show televisivo; dicha alevosía llega incluso a los mismos personajes (además vale aclarar que, salvo Homero, ninguno

Desde el aspecto netamente técnico, el film no presenta novedad alguna respecto al alance de la animación aunque si un nuevo estilo. Los Simpon siempre fueron dibujos feos y en la sencillez de su trazo estaba su encanto. Pero la inclusión de detalles diversos (sombras, texturas, transparencias, movimientos de cámara, etc.) en el filme plantean una fuerte disyuntiva. Uno tiene la sensación que está presenciando una versión refinada y cara de aquello que consumió siempre como popular y barato (incluso gratis, tal como sentencia Homero en la formidable apertura del filme).
Quizás la pretensión con “Los Simpson: La Película” no era demasiada. Pero desafortunadamente la acumulación de buenos momentos (el puerco araña, la presencia de Tom Hanks o la secuencia de Bart al desnudo) no son suficientes para hacer de este un producto satisfactorio al menos. El filme decepciona y se olvida con la misma facilidad con la que se lo mira. Mi recomendación es ahorrarse el dinero de la entrada y esperar a que Telefe comience a pasarla en sesiones maratónicas. Igualmente los fans estarán de parabienes y poco les importará la opinión de este humilde crítico.
Recomendación: A pesar de que todos los medios se han encargado de recomendar ver el filme a sala llena mi opinión es totalmente contraria. Resulta insoportable escuchar las ruidosas risas de la platea en respuesta a cada estupidez (no cómica) realizada por Homero. Es sabido que la gente se transforma ante estímulos incomprensibles. Este filme lo demuestra.
Perlitas: El filme cuenta con la música de Hans Zimmer, genial como de costumbre, rescatando el sonido original compuesto por Danny Elfman para el tema de títulos.
1 comentario:
Bartholomew "Bart" Simpson, encarnado con la voz original en inglés de Nancy Cartwright en España es doblado por Sara Vivas en Hispanoamérica la voz era de Marina Huerta, y Claudia Mota despues, pero la de los "capitulos del 2000" es de Marina Huerta tambien.
mal estudiante revelde y un "culiado con qien se le ponga en frente"... Bart es un anagrama de "brat", qe en inglés significa "mocoso malcriado". Su ideología es "yo no fui, nadie me vio, no pueden demostrarlo".
el 3 de noviembre de 1992 se estreno el capitulo "Tomy y Daly: la pelicula" donde bart es castigado por no cuidar de Maggie a no ver la película de Rasca y Pica... (irónico, absurdo, ácido e ingenuo a la vez) cuando se habla de los simpson es simplemente no qerer hacer el presente en 2D y redibujar a Bart con nuestras propias vidas poniendo al limite la situacion de ser castigados a no ver la pelicula más esperada... no se trata de ¿qe nivel artistico dentro del humor tenga el contenido? ni cuan espectacular nos resulte... es mas simple carlos... es vivir la experiencia más exacta qe Bart sufrio un dia... es un regalito qe nos hicieron a qienes entienden el juego, y un regalo muy hermoso, (irónico, absurdo, ácido e ingenuo a la vez) cuando se habla de los simpson es no qerer estar en la cancha mientras se juega el partido, es mirarlo desde la platea para mañana escribir en el olé
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